Ruido,
una mezcla de voces ruidosas y tormentosas que desenfrenan mi ritmo cardíaco.
Todo me parecía ruido, incoherencias con una profundidad exorbitante que
golpeaban mi cabeza con un vaivén de ideas absurdas.
Cerrar los ojos, comprender. Quizá eran pensamientos absurdos de una existencia
poco común, quizá era solo un presentimiento, quizá no todo era tan malo.
No todo estaba perdido…
Lo único que me hacía falta era encontrar aquel motivo, aquel gran motivo para
continuar.
Continuar… así como los años corren, así como las horas pasan, así como los
minutos te avisan con ímpetu que es momento de continuar.
Tus escritos son hermosos e inspiradores, sigue así.
ResponderBorrar